Preconceptos
Vía Paella con Guaraná surge el tema de los prejuicios. Pero los prejuicios no como el "rotular" a otra persona antes de conocerla sino como:
No creo que ésto sea tan malo. Al fin y al cabo, todas las opiniones que tenemos formada del mundo (del universo se podría decir incluso) pasan por un filtro extremadamente subjetivo: nuestro cerebro. Hay cosas que nos agradan con sólo oírlas nombrar, otras nos causan repulsión de sólo imaginarlas. Algunas de estas reacciones estarán fundadas en experiencias previas y otras serán producto de algo total, pura y exclusivamente intuitivo. Pero podríamos decir que dicha "intuición" está condicionada por ciertos factores de contexto. Por ejemplo: la persona que nos lo dice, el lugar en el que lo vemos, los aromas que estamos percibiendo en ese instante, etc.
Cuando conocemos a otra persona, es de esperar que - de cierta forma - busquemos en ella indicios que revelen su personalidad. Todos esos detalles, que pasan por su forma de vestir, su forma de caminar, de moverse, de hablar, de mirar, etc. se suman a los datos que ésta misma persona (o fuentes afines) nos proporcionen. Cualquier inconsistencia entre los datos recopilados deberá ser cuidadosamente analizado. Ejemplo clásico para las mujeres: chico en el bar con fama de mujeriego, charlaste con él y te pareció simpático. Obviamente, lo que te habían dicho de él - bastante bien fundamentado por cierto - no parece ser verdad. Por el otro lado, podría ser un artilugio para hacerte caer¿Qué hacer?
Para poder decidir con qué imagen quedarnos - o qué parte de cada una de ellas - debemos recurrir a una fuente fiable. Nuestros sentidos y cerebro no entran porque ellos son parte del litigio (los que recolectaron y procesaron parte de la evidencia), otras personas tampoco porque no son fidedignas o son la contraparte de la cuestión. Así, la - única - fuente más fiable que se puede encontrar para hablar de una persona (las madres tampoco juegan :p) es esa misma persona. ¿Quién mejor que el "objeto de estudio" para responder tus dudas? Es entonces donde entra otro gran factor: la confianza. Necesitas razones para poder creer en las respuestas que se darán a tus preguntas por sobre todas las demás "verdades".
Pero... ¿qué es peor:
Yo pienso que es mejor prejuzgar, siempre que después se de una oportunidad para cambiar dicha imagen. ¿Cómo? No lo sé... ya son demasiadas preguntas para un sólo post.
hacerse una imagen errónea a partir de indicios reales
Cuando conocemos a otra persona, es de esperar que - de cierta forma - busquemos en ella indicios que revelen su personalidad. Todos esos detalles, que pasan por su forma de vestir, su forma de caminar, de moverse, de hablar, de mirar, etc. se suman a los datos que ésta misma persona (o fuentes afines) nos proporcionen. Cualquier inconsistencia entre los datos recopilados deberá ser cuidadosamente analizado. Ejemplo clásico para las mujeres: chico en el bar con fama de mujeriego, charlaste con él y te pareció simpático. Obviamente, lo que te habían dicho de él - bastante bien fundamentado por cierto - no parece ser verdad. Por el otro lado, podría ser un artilugio para hacerte caer¿Qué hacer?
Para poder decidir con qué imagen quedarnos - o qué parte de cada una de ellas - debemos recurrir a una fuente fiable. Nuestros sentidos y cerebro no entran porque ellos son parte del litigio (los que recolectaron y procesaron parte de la evidencia), otras personas tampoco porque no son fidedignas o son la contraparte de la cuestión. Así, la - única - fuente más fiable que se puede encontrar para hablar de una persona (las madres tampoco juegan :p) es esa misma persona. ¿Quién mejor que el "objeto de estudio" para responder tus dudas? Es entonces donde entra otro gran factor: la confianza. Necesitas razones para poder creer en las respuestas que se darán a tus preguntas por sobre todas las demás "verdades".
Pero... ¿qué es peor:
prejuzgar o permanecer ignorantemente estoicos en nuestro error?
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