Juegos & Tecnología
¿Quién no jugó a armar casas, autos y todo tipo de construcciones?
Recuerdo que de pequeño me encantaba armar cosas. Todos empezamos de bien chiquitos con los clásicos - y enormes - ladrillos interconectables, para clasificar a los rompecabezas de 9 y hasta 15 piezas. Ya un poco más crecidos, el tamaño de las piezas disminuye y su número y variedad aumenta. Las torres, casas, autos y amorfas estructuras que se pueden lograr con los Lego® es inimaginable.
Pero el tiempo pasa y los juegos se van haciendo cada vez más complejos. Sin embargo, y también al igual que nosotros, las bases son siempre las mismas: un montón de pequeñas cosas que se junten y hagan algo más complejo y llamativo. Todavía guardo con gran cariño mi primer set de Meccano; el plástico había sido reemplazado con metal, los encajes con tonillos y otros dispositivos de ensamblaje e incluso: ¡¡Un motor a batería!!. Armé mil cosas distintas y agoté cientos de baterías maravillándome con lo que se podía lograr.
Aún hoy en día quiero tener el set que incluía más piezas, con más motores y requería más baterías. Ni se imaginan mi sorpresa al leer hasta dónde han evolucionado estos juegos mientras yo estaba distraído. Vía Octeto llego a éste artículo de Eduteka. Una comparación entre dos tecnologías relacionadas que tienen que ver con lo que acabo de decir.
En resumen: compara el "Cricket Microcontroller" y el "Ladrillo RCX". Éstos serían lo que mi anticuado motor para los juegos actuales. Se caracterizan por ser mini-PCs a los que se les puede conectar uno o varios motores, distintos tipos de sensores, temporizadores, luces, y cuanto artilugio nos ingeniemos para enchufarles.
Obviamente, se necesita mucho más que imaginación para poder sacarles todo el jugo. Es necesario conocer de programación para lograr que hagan lo que queremos; se necesita de ciertas intuiciones sobre ingeniería para que nuestras máquinas no se desarmen al hacer lo que queremos. Como si estu fuese poco, el juego ya llegó hasta el aula. Lego® incluye un manual para docentes con su Ladrillo RCX y una guía con estudios realizados en diversas Universidades.
¿Quieren ver más? Admiren cómo armaron una maquinita que soluciona el conocidísimo Cubo Rubik aquí (en Inglés). (Vía Kirai)
Recuerdo que de pequeño me encantaba armar cosas. Todos empezamos de bien chiquitos con los clásicos - y enormes - ladrillos interconectables, para clasificar a los rompecabezas de 9 y hasta 15 piezas. Ya un poco más crecidos, el tamaño de las piezas disminuye y su número y variedad aumenta. Las torres, casas, autos y amorfas estructuras que se pueden lograr con los Lego® es inimaginable.
Pero el tiempo pasa y los juegos se van haciendo cada vez más complejos. Sin embargo, y también al igual que nosotros, las bases son siempre las mismas: un montón de pequeñas cosas que se junten y hagan algo más complejo y llamativo. Todavía guardo con gran cariño mi primer set de Meccano; el plástico había sido reemplazado con metal, los encajes con tonillos y otros dispositivos de ensamblaje e incluso: ¡¡Un motor a batería!!. Armé mil cosas distintas y agoté cientos de baterías maravillándome con lo que se podía lograr.
Aún hoy en día quiero tener el set que incluía más piezas, con más motores y requería más baterías. Ni se imaginan mi sorpresa al leer hasta dónde han evolucionado estos juegos mientras yo estaba distraído. Vía Octeto llego a éste artículo de Eduteka. Una comparación entre dos tecnologías relacionadas que tienen que ver con lo que acabo de decir.
En resumen: compara el "Cricket Microcontroller" y el "Ladrillo RCX". Éstos serían lo que mi anticuado motor para los juegos actuales. Se caracterizan por ser mini-PCs a los que se les puede conectar uno o varios motores, distintos tipos de sensores, temporizadores, luces, y cuanto artilugio nos ingeniemos para enchufarles.
Obviamente, se necesita mucho más que imaginación para poder sacarles todo el jugo. Es necesario conocer de programación para lograr que hagan lo que queremos; se necesita de ciertas intuiciones sobre ingeniería para que nuestras máquinas no se desarmen al hacer lo que queremos. Como si estu fuese poco, el juego ya llegó hasta el aula. Lego® incluye un manual para docentes con su Ladrillo RCX y una guía con estudios realizados en diversas Universidades.
¿Quieren ver más? Admiren cómo armaron una maquinita que soluciona el conocidísimo Cubo Rubik aquí (en Inglés). (Vía Kirai)
2 comentarios
Sergito -
FrancoG -
No obstante, me parece que estos juguetes son algo exclusivos... y realmente no me imagino que cualquier chico "comun" pueda entretenerse con eso.
Me parece algo mas apuntando al segmento "Kidadults"