Navidad = Amigos
Foto doble del Superdomo en un recital de una banda de Rock (La mejor y la única que pude encontrar)
Realmente la Navidad en sí no fue de las mejores; pero lo de después sí se merece un capítulo aparte.
El hecho de que estés medio bajoneado, casi lléndote a dormir (a las 12 y media) y que te llamen y te digan: "Feliz Navidad. Te paso a buscar en media hora nos vamos a la fiesta del Orfeo" realmente no tiene precio. (Adivinene quién auspicia :p ).
Si bien la entrada decía claramente "Prohibida la entrada a menores de 18 años" dudo mucho de que más del 30% allí dentro tuvieran entre 18 y 20 años. Se podía dividir a la gente que estaba ahí en 4 grandes grupos:
1. Los viejos: personas de más de 30 haciéndose la joven tomando champagne, vino espumante (AKA O2, AKA New Age) o similar. Por lo general en parejas bastante fogosas o grupos bastante borrachos.
2. La pendejada: me sentía muy mal cuando un amigo mío le preguntaba la edad a una chica que estaba bailando y ella le respondía 17. Pero me sentía peor cuando, una vez avanzada la conversación el número bajaba a 16 con la excusa de que estaba por cumplir los 17. Estoy segurísimo de que había muchísimos más como ellas dos (tanto varones como mujeres), bastante pasados de copas y haciendo macanas.
3. El sector rescatable: un grupo de gente más o menos de la edad adecuada. Mayormente conocidos, con quienes se podía charlar y bailar sin problemas.
4. La forrada: es un grupo que incluye a elementos tanto del 1º como del 2º y los que no han sido incluídos en el 3º que se dedicaban a exhibir cuán pudientes, cancheros, facheros y winners eran. Obviamente un grupo de mujeres solas que pertenecieran a este grupo no se rebajaría a negarse en una invitación a bailar; directamente se daba media vuelta y seguía como si nada.
El lugar, para hacer una fiesta de tal magnitud es un excelente estadio de volley.
No alcanzarían las palabras para describir el sentimiento de sardina enlatada cuando la fila para entrar era una avalancha que avanzaba gracias a que los de atrás empujaban a costa de la salud del resto. Adentro: una sola pista de baile, el "VIP" era una mínima pista de baile un poco más arriba (con la misma música) a la que pasaba cualquiera y estaba incluso más atiborrada que la pista principal en la que ya era casi imposible moverse. Para coronar toda esta falta de idoneidad del lugar para dicho evento, a las 6 de la mañana un rayo solar (cual cénit del mediodía) entraba por uno de los accesos destrozando cualquier vestigio de oscuridad y la magia que ésta tiene en una fiesta.
La música... no soy quien para evaluarla. Se podría decir que pasaba.
Un gran problema surgió cuando varias personas (de ambos sexos) se produjeron accidentalmente profundas heridas gracias a los vidrios rotos desparramados por todo el lugar consecuencia de las botellas de vino espumante, champagne y (en menor medida) cerveza que cualquiera dejaba por ahí y con el trajinar del lugar se hacían añicos. También el hecho de que algunos chistosos tiraban petardos (pirotecnia altamente explosiva) nada inocentes en cualquier lado produjeron quemaduras en sendos tobillos.
Aún así, la pasé muy bien. El hecho de estar con amigos compensaba con creces. Además se está estudiando la posibilidad de unas vacaciones con amigos de la facultad y amigos de esos amigos a una localidad cercana.
Simplemente no tengo palabras para agradecerle al Rafa.
Brother, you're the man!!!
Se vemos.
Realmente la Navidad en sí no fue de las mejores; pero lo de después sí se merece un capítulo aparte.
El hecho de que estés medio bajoneado, casi lléndote a dormir (a las 12 y media) y que te llamen y te digan: "Feliz Navidad. Te paso a buscar en media hora nos vamos a la fiesta del Orfeo" realmente no tiene precio. (Adivinene quién auspicia :p ).
Si bien la entrada decía claramente "Prohibida la entrada a menores de 18 años" dudo mucho de que más del 30% allí dentro tuvieran entre 18 y 20 años. Se podía dividir a la gente que estaba ahí en 4 grandes grupos:
1. Los viejos: personas de más de 30 haciéndose la joven tomando champagne, vino espumante (AKA O2, AKA New Age) o similar. Por lo general en parejas bastante fogosas o grupos bastante borrachos.
2. La pendejada: me sentía muy mal cuando un amigo mío le preguntaba la edad a una chica que estaba bailando y ella le respondía 17. Pero me sentía peor cuando, una vez avanzada la conversación el número bajaba a 16 con la excusa de que estaba por cumplir los 17. Estoy segurísimo de que había muchísimos más como ellas dos (tanto varones como mujeres), bastante pasados de copas y haciendo macanas.
3. El sector rescatable: un grupo de gente más o menos de la edad adecuada. Mayormente conocidos, con quienes se podía charlar y bailar sin problemas.
4. La forrada: es un grupo que incluye a elementos tanto del 1º como del 2º y los que no han sido incluídos en el 3º que se dedicaban a exhibir cuán pudientes, cancheros, facheros y winners eran. Obviamente un grupo de mujeres solas que pertenecieran a este grupo no se rebajaría a negarse en una invitación a bailar; directamente se daba media vuelta y seguía como si nada.
El lugar, para hacer una fiesta de tal magnitud es un excelente estadio de volley.
No alcanzarían las palabras para describir el sentimiento de sardina enlatada cuando la fila para entrar era una avalancha que avanzaba gracias a que los de atrás empujaban a costa de la salud del resto. Adentro: una sola pista de baile, el "VIP" era una mínima pista de baile un poco más arriba (con la misma música) a la que pasaba cualquiera y estaba incluso más atiborrada que la pista principal en la que ya era casi imposible moverse. Para coronar toda esta falta de idoneidad del lugar para dicho evento, a las 6 de la mañana un rayo solar (cual cénit del mediodía) entraba por uno de los accesos destrozando cualquier vestigio de oscuridad y la magia que ésta tiene en una fiesta.
La música... no soy quien para evaluarla. Se podría decir que pasaba.
Un gran problema surgió cuando varias personas (de ambos sexos) se produjeron accidentalmente profundas heridas gracias a los vidrios rotos desparramados por todo el lugar consecuencia de las botellas de vino espumante, champagne y (en menor medida) cerveza que cualquiera dejaba por ahí y con el trajinar del lugar se hacían añicos. También el hecho de que algunos chistosos tiraban petardos (pirotecnia altamente explosiva) nada inocentes en cualquier lado produjeron quemaduras en sendos tobillos.
Aún así, la pasé muy bien. El hecho de estar con amigos compensaba con creces. Además se está estudiando la posibilidad de unas vacaciones con amigos de la facultad y amigos de esos amigos a una localidad cercana.
Simplemente no tengo palabras para agradecerle al Rafa.
Brother, you're the man!!!
Se vemos.
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