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Pensando

Se necesitan locos...

Que se comprometan a fondo,
que se olviden de sí mismos,
que amen con algo más que con palabras,
que entreguen su vida de verdad...
hasta el fin.

Locos, chiflados,
apasionados,
hombres capaces de dar
un salto hacia la inseguridad,
hacia la incertidumbre sorprendente de la pobreza.

Locos...
que sepan comprometerse con el otro,
que apuesten su vida
a la felicidad del hermano.
Tarados que no vayan a la moda,
tontos que no repitan
lo que dicen los más listos y los más guapos.

Locos mansos,
de los que nadie llama astutos
que no saben fabricar mentiras de colores.
Locos sencillos,
de corazón,
que sepan llorar,
que busquen la verdad,
que no se conformen con estar contentos.

Locos justos,
locos que no se vendan por plata,
que no se limiten a adorar discrusos,
que busquen la dignidad del hombre,
que no se queden en la verdad de los papeles.

Locos enamorados
de una vida sencilla,
liberadores eficientes
del necesitado y marginado,
amantes de la paz,
puros de conciencia.
Resueltos a nunca traicionar,
capaces de aceptar cualquier tarea,
de acudir a donde sea,
de sembrar el diálogo.

Libres y obedientes,
espontáneos y tenaces,
ducles y fuertes.

Locos de manos bienhechoras
que enciendan una luz para iluminar
el pesimismo de la multitud
con una llama encendida.
Pequeña... pero tan importante.
Pequeña... ¡¡Pero cómo ilumina disipando la oscuridad!!

Se necesitan locos... como vos y yo.

3 comentarios

Anónimo -

Ineiah -

Aquí tienes una.

Marta -

Matías, me quito el sombrero ante tí. Me ha encantado :)